El camino de un emprendedor está lleno de incertidumbres y dudas, de intentos fallidos y exitosos que permiten ir aprendiendo en la marcha cómo se debe llevar un negocio, sin tener la certeza de hacer lo correcto o no y lo que es más retador es que esta situación es constante, todos los días se debe ir buscando cómo crecer, cómo hacer las cosas y qué aprender de cada experiencia.

Trabajar en un espacio de coworking en el que se desarrollan algunas pequeñas empresas tiene muchas ventajas, una de ellas es aprender a mirar a los otros emprendedores como compañeros de armas, estar pendientes de lo que sucede con ellos, sus intentos por crecer, la búsqueda de nuevas oportunidades de mercado, canales de publicidad, un nuevo cliente, la diversificación del negocio, etc. Participar en cada uno de estos pasos e involucrarse en ellos puede convertirte en una pieza fundamental del grupo, en el que se procura ayudar en lo que se pueda. Todos comparten la emoción del crecimiento porque saben lo que ha costado, lo han vivido paso a paso.

Este sentimiento de empatía se desarrolla poco a poco cuando en un espacio se encuentran algunos empresarios trabajando, luchando codo a codo juntos, convirtiéndose en aliados estratégicos, expertos en consultas o asesores de negocio y viceversa, por lo que se establecen lazos y relaciones no solo comerciales sino de amistad, permitiendo que una pequeña empresa se vuelva más sólida y pierda la sensación de soledad pues además de encontrarse entre personas similares, que luchan y buscan oportunidades en todo momento, cada paso lo llegan a dar juntos.

Esta sensación de camaradería se puede complementar aún más en estos espacios pues permite aprender nuevos negocios, nuevos nichos de mercado y diversidad de productos y servicios que existen en el mercado y pueden llegar a servir a futuro, por lo tanto en un coworking no solo se encuentra el acompañamiento de otros emprendedores y pequeños empresarios sino que se aprende a diversificar las ideas, ampliando los límites de la imaginación y convirtiéndose en un profesional cada vez más completo.

El éxito ya no es de una persona sino de todos, es la sensación de sentirse acompañado y llegar lejos en conjunto, trabajar en un coworking te puede enseñar a compartir no solo gastos sino victorias.

Si has trabajado de esta manera nos gustaría que compartas tus experiencias y si has aprendido algo adicional de esa experiencia no dudes en comentar tus opiniones, estaremos esperándolas.