La base fundamental de los emprendedores son las ideas. Quizá encontrar la idea perfecta para iniciar un negocio sea lo más complicado, sin tener en cuenta otros factores como conseguir la financiación adecuada, un factor que en la mayoría de las ocasiones no depende tanto de los emprendedores. Uno puede tener una idea clara sobre qué negocio iniciar pero es posible que en ocasiones nos encontremos tan obsesionados en que esa idea es buena o mala que no tenemos en cuenta otra serie de factores importantes para su desarrollo. En estas ocasiones, es fundamental contar con una visión externa, una tercera opinión y una de las formas de conseguirla es a través del coworking.

¿Qué necesitamos para que una idea consiga aportar valor al mercado y triunfar entre tantos proyectos?; cuando pensamos en una idea de negocio, ¿pensamos siempre de forma objetiva sobre los pros y los contras de nuestra idea de negocio o la mayoría de las ocasiones no vemos más allá del posible éxito sin pensar en lo que puede llevar a que esta idea fracase? La actual situación económica en España ha llevado a muchas personas en situación de desempleo a emprender, a desarrollar esa idea que siempre han tenido en la cabeza pero que quizá por tener una estabilidad económica o por miedo nunca han llevado a cabo.

Encontrarte sin trabajo y, lo peor, pasarte el día enviando currículums y no encontrar respuesta llevan a las personas a emprender su propio negocio. Es más, según los últimos datos en España, ha aumentado un 16 por ciento el número de desempleados que capitalizan el subsidio de desempleo para convertirse en emprendedores. Ideas nos sobran pero uno de los pasos más importantes a la hora de empezar a dar forma a esa idea es saber qué puntos fuertes tiene y cuáles son sus puntos débiles que pueden impedir que nuestro proyecto tenga forma.

Muchas veces estamos tan impacientes porque nuestra idea tome forma que no nos paramos a analizar todas las probabilidades que pueden hacer que nuestra idea no triunfe. ¿Realmente nuestra idea tiene cabida entre el resto de usuarios?; ¿responde realmente a una necesidad en la sociedad? Quizá este tipo de preguntas nosotros las respondamos de forma afirmativa, pero “cegados” en que nuestra idea tenga éxito no somos del todo objetivos. Aquí es donde el coworking puede ayudarnos