Los horarios y espacios laborales son cada vez más flexibles. Ante la aparición de modalidades de trabajo independiente, freelance y el home office, los profesionales optan por oficinas con ambientes compartidos para hallar un clima laboral sin estar entre las cuatro paredes tradicionales. Cada vez son más los rubros que adoptan el coworking como una realidad, aunque todavía algunos sectores son reticentes a subirse a esta tendencia.
Nicolás Bottcher, manager de Professionals en Randstad Argentina, explica que el fenómeno del coworking -que está tomando más fuerza entre los trabajadores independientes y, sobre todo, en el mundo de las startups- favorece el intercambio de ideas y permite resolver dudas o trabajar en equipo. «Así, cada profesional genera relaciones que pueden resultar muy beneficiosas para ampliar la red de contactos.
Estos ambientes, además, permiten otros beneficios, ya que hay algunos que cuentan con espacios para hacer actividades diversas como talleres o seminarios», menciona.
Una mirada nueva siempre puede ofrecer un punto de vista creativo y diferente a la manera de entender el negocio, por eso Bottcher afirma que trabajar en un ambiente laboral rodeado de personas que provienen de empresas y tareas distintas puede ayudar a recibir opiniones productivas, intercambiando conocimientos con gente ajena al sector.
Asimismo, sirve como un método para romper la rutina de la oficina tradicional, donde cotidianamente se cruzan las mismas personas y las tareas generan un aislamiento entre las distintas áreas de la compañía. «Al compartir proyectos, se consigue enriquecerlos gracias a los aportes del resto. Ningún profesional es igual que otro y, por eso, la perspectiva que el resto de los coworkers pueda ofrecer será muy valiosa», interpreta el especialista. «Ser coworker implica la pertenencia a una comunidad en la que cada uno aporta sus conocimientos, dudas o proyectos que se retroalimentan constantemente», añade.
Hernán Trovero, socio en TroveroMorea, empresa de coaching y consultoría, considera que el mundo del coworking ya no es una tendencia sino que se trata de una realidad. El éxito de esta modalidad tiene que ver con que son espacios con muchas comodidades, y las personas que optan por estas oficinas suelen ser jóvenes emprendedores y creativos. «En el aire se respira entusiasmo y eso genera sinergia entre las personas que trabajan ahí, lo que impacta directamente en los resultados», agrega Trovero. Según él, la flexibilización laboral, la tecnología, los altos valores de las propiedades y la super conectividad fueron los disparadores para que este nuevo segmento de negocio florezca muy rápidamente.